La violencia intrafamiliar no es un problema solo criminal, es un problema que afecta a toda la sociedad y como sociedad es importante combatirla juntos: escuelas, hospitales, religiosos, médicos y padres de familia.
Estos últimos son los mas importantes ya que, lo que los niños viven y ven en su familia y eso es lo que aprenden, no lo que les dicen.
Un gran porcentaje de los abusadores crecieron viendo eso en la relación de sus padres y ahora de adultos cuando se sienten frustrados reaccionan de la misma manera agresiva. Lo mismo pasa con las víctimas, inconscientemente aceptan una pareja que abuse de ellas, repiten el mismo patrón porque es lo que han aprendido.
“En 1977 empecé a trabajar en el Asilo Para Mujeres y en aquel entonces nos asustábamos al ver un ojo morado, pero con el tiempo la violencia ha ido escalando de nivel de una forma alarmante,” dijo Rosa María Cervantes, quien es coordinadora de asistencia a víctimas con el fiscal de distrito del condado de Nueces. “Parece que se ha dado permiso a mas violencia, es como una competencia de el que asusta más tiene más poder.”
Con cada generación ha ido aumentando un poco mas el nivel de violencia, desensibilizando y adormeciendo la conciencia poco a poco. Y el publico se a hecho más acostumbrado a esta realidad.
El abuso empieza con un sobrenombre o palabras hirientes, después vienen las amenazas y los empujones y continúa aumentando a los golpes e inclusive uso de armas y en ocasiones termina hasta en asesinato.
Para dominar a la víctima, empiezan separándola de la familia y amistades; sacándolas de la escuela o trabajo; haciéndolas sentir que no tienen valor; que ellos–los maridos–les hacen un gran favor de estar con ellas; y les dicen: “no sé que estoy haciendo contigo si no sirves para nada.”
“La violencia afecta a víctimas de cualquier nivel cultural, económico o social,” Cervantes dijo. Esposas de médicos, militares, abogados o policías, no hay distinción. Muchas deciden no denunciar para ‘no perder el prestigio’. Otras deciden ser mártires para una causa que nunca van a ganar. Otras sienten orgullo de ser ‘la que sufre más’. Otras aguantan por la presión de la familia de no ser una ‘fracasada’. Algunas otras piensan que deben aguantar todo para mantener a la familia unida y no ‘quitarle el padre a sus hijos’. No se dan cuenta que al primer golpe la familia ya está fracturada y eso hace más daño a los hijos.”
Es muy importante que denuncien y levanten cargos para poderlas ayudar, Cervantes dijo. Existen muchos programas de ayuda para víctimas de violencia doméstica pero tienen que acercarse a solicitarla.
“Para nosotros es muy importante cualquier persona que necesite ayuda y acuda a nosotros,” ella dijo. “Si aplica podremos tramitarle una orden de protección y la pondremos en contacto con otros organismos de ayuda, para que puedan recibir terapia psicológica y asesoría legal.”
Es importante que las victimas no sientan que están solas y que serán juzgadas. En caso de que la victima este herida y necesita ayuda o tratamiento medico, el condado también las ayuda con la solicitud del programa de beneficios de compensación que se encarga de pagar los gastos de médicos y hospitales de las víctimas.
“Si queremos romper con esta cultura de violencia, tenemos que empezar educando a los niños a sentirse orgullosos de proteger a su familia, de obedecer la ley, orgullosos de su trabajo y respeto por no usar la violencia para resolver conflictos,” Cervantes dijo.
Todos pueden hacer algo. Si conocen a alguien persona que está pasando por esta situación y quieren ayudar pero no saben como o tienen miedo de hacerlo, deben pasar lo que saben o repórtalo anónimamente al 911.