by Bishop Michael Mulvey, Diocese of Corpus Christi
Mis hermanos y hermanas,
Nuestras celebraciones eucarísticas del mes pasado fueron un gran éxito y triunfo en la celebración de la promesa del Señor: “Yo estaré siempre con ustedes …”. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos ustedes que ayudaron en la organización y ejecución de los eventos y por ser parte de este momento tan especial en la vida de nuestra diócesis, el cual produjo enormes bendiciones.
Varios eventos significativos precedieron al Congreso Eucarístico, incluido un día de oración que culminó con la procesión del Corpus Christi por las calles de la ciudad. Además, la ordenación de dos nuevos sacerdotes: Carlos De La Rosa y Charles Silvas, le dio una especial solemnidad a este evento.
La presencia del Arzobispo Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, y del Arzobispo Gustavo García-Siller, fueron un verdadero signo de la universalidad de la Iglesia.
Como representante del Santo Padre Francisco, el Arzobispo Pierre inició el Congreso celebrando la Misa de apertura en la Catedral el viernes por la noche. El sábado, Su Excelencia fue el orador principal en el Congreso Eucarístico. El discurso del arzobispo Pierre titulado “Haced lo que Él os diga”, destacó la íntima relación entre la Eucaristía y María. Las palabras familiares de María a los sirvientes en la boda de Caná en Galilea fueron su intercesión ante Jesús en medio de una crisis.
Recordando el milagro de Jesús en respuesta a su intercesión, el arzobispo Pierre dispuso seis tinajas de piedra vacías en el escenario a su lado para representar nuestras crisis actuales y habló de cómo Jesús intercede para “llenar las tinajas de la necesidad humana”.
Las tinajas simbolizaban seis áreas de vacío que vive la gente de hoy. Estas seis necesidades se describieron como las áreas en las que nos falta satisfacción y existe una crisis de vida: falta de alegría, de entrega, de memoria, de profecía, de belleza y de silencio las cuales crean añoranza en nuestros corazones. Debemos recordar las palabras de Jesús: “Llenad las tinajas”.
Los jóvenes del Congreso Eucarístico atendieron ese llamado a llenar el vacío en la vida de los que les son cercanos. Ellos visitaron el Refugio de Madre Teresa, sirviendo y ayudando a los más necesitados. Este gesto resalto cómo la Eucaristía nos llama a la acción y al servicio de los demás. Su espíritu de caridad nos recuerda también que una celebración que no evangeliza no es auténtica.
El Congreso Eucarístico fue a la vez una celebración y una oportunidad. Su celebración de la presencia de Jesús en la Eucaristía resonó de manera distinta en todos los que asistieron. También fue una oportunidad para nosotros de profundizar nuestra comunión con Cristo y entre nosotros.
En el futuro, el Congreso Eucarístico en la Diócesis de Corpus Christi se prepara para mejorar la oración, la liturgia y el servicio a mayor escala. Participaremos unidos en la celebración del Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis en el año 2024.
Rezo para que más personas experimenten una comprensión y un amor más profundos hacia la Eucaristía, ya que ésta nos llama a llenar el vacío en la vida de todos los que encontramos.